Si estás buscando empleo es casi seguro que te van a rechazar o descartar de más de uno. Al fin y al cabo estás compitiendo con muchas otras personas que quieren la misma oportunidad que tú, con la misma o más experiencia y habilidades que tú.
Ya sea que te lo comuniquen personalmente o que te envíen un correo electrónico indicando que no fuiste seleccionado, lo principal es tomarlo con calma, no precipitarte en la respuesta y pensar cómo responder de una manera cordial y profesional.
1. ¿Debería preguntar porqué no me seleccionaron? Si tienes la oportunidad -con mucho respeto y profesionalismo- claro que puedes preguntar la razón del rechazo. Muchos empleadores se lo reservan pero otros sí te pueden indicar en qué fallaste o cuáles fueron los aspectos que pesaron en la decisión -puede ser un tema de competencias profesionales, tu disponibilidad de tiempo, o que tu aspiración salarial no se ajustaba a lo que ellos podían ofrecer-. En el mejor de los casos te pueden dar recomendaciones o hasta te podrían ofrecer otro puesto con características similares a las de ese puesto al que aplicaste.
2. Es hora de revisar el CV. Te recomendamos darle una ojeada a tu CV para identificar algunos ajustes y hacerlo más atractivo, actualizado y que incluya palabras clave que buscan los empleadores. Por si no lo sabías, se dice que un reclutador toma apenas -en promedio- 6 segundos para ver un curriculum y descartarlo o seleccionarlo. Así que aspectos como ¿cómo se ve? y ¿qué dice? tu CV son esenciales en la búsqueda de empleo. Te recomendamos mantener en una sola página todo el contenido, descartar información poco relevante y darle peso a tus habilidades y preparación profesional (si has llevado cursos de actualización, talleres, certificaciones, por ejemplo).
La reacción inicial de rechazo trae frustración, desmotivación e inseguridad, y es necesario que tomes un momento para procesar el momento, superarlo y seguir en la búsqueda.
3. Nunca debes quemar puentes. La amabilidad y el agradecimiento son vitales para mantener las puertas abiertas de un trabajo en un futuro. No te tomes personal un rechazo laboral, y más bien agradece la oportunidad, estrecha manos, y dile a quien te entrevistó que lamentas no haber sido seleccionado pero que agradeces la oportunidad y el tiempo que dedicaron a entrevistarte, y que quedas a disposición para alguna próxima oportunidad. Ser cordiales es un valor que no pasa de moda.
4. Let it flow. Así es, hay que dejar fluir ese momento de rechazo, superar la reacción inicial de desánimo, sacudirte y volver de nuevo al ruedo. En lugar de sufrir y pensar de más en el por qué del rechazo, es mejor seguir buscando, pensar en positivo y tener la mejor actitud para que uno de esos intentos finalmente se conviertan en una realidad y empieces a trabajar.
Como ves, el rechazo nos llega a todos, es inevitable. Algunos deben tocar más puertas que otros, muchos deben replantear el proceso de búsqueda de empleo, pero es un hecho que eventualmente vas a dar con ese trabajo que te va a dar el sí y va a ser una nueva oportunidad para aprender, ganar dinero, ampliar tu experiencia profesional, y conocer gente y lugares que definitivamente van a darle más valor a tu vida. ¡No hay que aflojar! ;)