El auge mundial de la educación universitaria y de posgrado ha servido para aumentar los ingresos y mejorar las condiciones de vida de quienes han podido acceder a este tipo de formación.Gary Becker, profesor de Economía y Sociología de la Universidad de Chicago y Premio Nobel de Economía, explicó durante una de sus ponencias a alumnos MBA que los beneficios no sólo va por el área financiera de cada profesional, sino que también las personas con educación universitaria llevan una vida más sana en todos los aspectos, sus hijos consiguen llegar más alto, responden mejor a las crisis y hacen un mejor uso de sus recursos financieros.
“La educación superior crea individuos mejor preparados para comandar e invertir en conocimiento e información en comparación con quienes no tienen ese grado de formación. Conforme avanza el grado de formación se adquieren más habilidades para procesar, evaluar y actuar en base a esa información. Por ejemplo, una diplomatura o licenciatura universitaria te permiten usar y procesar mejor la información a tu alcance”, agregó el académico.
Pero, ¿qué tan rentable es invertir en un posgrado al finalizar la carrera? Para Judith Scheele, investigadora del Centro de Políticas Comparadas de Educación (CPCE) de la Universidad Diego Portales, no todos los títulos de pregrado tienen el mismo valor en términos de empleabilidad.
“Hay que buscar las maneras de ser más competitivos, ya que los egresados de universidades selectivas y de alto prestigio tienen más probabilidad de encontrar trabajo y con mejores expectativas de ingreso. Hoy un título de pregrado ya no es suficiente para destacarse en el mercado laboral. Por eso es necesario que cada vez más profesionales vuelven a la universidad para complementar su título de licenciado con un posgrado, e invierten en una especialización en una institución prestigiosa local o extranjera para aumentar sus conocimientos y, por tanto, mejorar sus probabilidades de empleo”, agregó Scheele.
Al ejercer una carrera es común descubrir que siempre hay nuevos aspectos a desarrollar, los cuales se aprenden no sólo con la práctica, sino también al estudiar un complemento como un diplomado, maestría o posgrado. Sin embargo, la investigadora del CPCE, afirmó que hay empresarios que valoran más la experiencia, por sobre las capacidades técnicas.
“Con la crisis económica que nos acaba de golpear, muchos optaron por seguir estudiando en vez de ingresar a un mercado laboral debilitado. De hecho, en 2009 un recién egresado tardaba en promedio entre 9 y 12 meses en encontrar trabajo. Las escuelas latinoamericanas también respondieron a este desafío y hoy buscan captar a sus estudiantes de pregrado para que continúen su formación profesional, ya que cuando se pasan muchos años trabajando es más difícil volver a estudiar”, enfatizó la académica.
Pero esto sí, “estudiar terminado el pregrado no es aconsejable para todos los programas”, aseguró Scheele, debido a que hay algunas materias donde lo aprendido en la práctica es clave. “Por ejemplo, el posgrado en Dirección de Empresas suele exigir experiencia laboral, pero los posgrados en ingeniería, en mercadotecnia o en finanzas, por mencionar algunos, no tienen esa restricción. La misma situación es para algunos MBAs, que en sus distintos formatos piden como requisito un número determinado de años de experiencia”, detalló.En Latinoamérica, hay algunas universidades que han implementado programas especiales para los alumnos que deseen continuar con sus estudios en posgrado.Por su parte, la psicóloga organizacional del Instituto de Psicoterapia Integrativa, Gina Lamoncada, sostuvo que contar con un posgrado al momento de finalizar la carrera, podría significar una importante desventaja para el recién titulado, porque “hay empresarios que buscan personas capaces de enfrentar entornos altamente competitivos y cambiantes. Además, se fijan en cualidades como flexibilidad, creatividad, liderazgo para conducir equipos e incentivar personas, y la habilidad de detectar y evaluar oportunidades en el mercado, y eso se logra sólo con la experiencia”.Lamoncada recomendó que, ante todo, la rentabilidad de un título de posgrado depende de distintas variables, y las características del campo laboral, pero hay ocasiones en que es mejor adquirir años de experiencia laboral antes de invertir en un posgrado.Pablo Molouny, country manager de Trabajando.com Argentina, afirmó que
“la búsqueda de un postgrado perfecto para cada uno puede ser una tarea difícil y si además se busca el momento idóneo para hacerlo, se entra en un proceso de toma de decisiones complejo y diferente para cada individuo, pues dependerá de factores personales, profesionales y también del entorno junto a las circunstancias que se viven en un determinado momento”, finalizó.
Fuente: educamericas.comImagen: María Elena Villar