Ser Buena Persona para ser Buen Profesional

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  • 9 de julio, 2012
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Alguien me dijo una vez que cuando contrate a alguien debo buscar tres cualidades: integridad, inteligencia y energía. Pero yo creo que si el candidato carece de la primera, las otras dos acabarán contigo.La frase anterior es de Warren Buffett. Sabe de lo que habla. Teniendo una de las mayores fortunas del mundo ha mandado sobre muchas personas y ha tenido experiencias tanto positivas como negativas.Ser y actuar con integridad requiere basarse en unos principios éticos. Y no sólo de palabra: es importante que exista coherencia, en todo momento, entre lo que se dice y lo que se hace.Como dice Eduardo Galeano,
“hay un divorcio entre la realidad y la ley, lo que se dice y se hace. Los hechos y las palabras rara vez se encuentran. Y cuando se encuentran, no se saludan."
Las palabras son fácilmente manipulables y engañosas. Basta decir lo que otro quiere escuchar. Es suficiente hablar de lo que es socialmente aceptable para recoger el aplauso social.Los hechos, por el contrario, son irrefutables. Ellos son los que nos ensalzan o nos condenan. Con tono irónico decía Giovanni Boccacio: «Haced lo que digo, pero no lo que hago».Si lo aplicamos al entorno profesional se puede ser mal profesional y buena persona pero si no se es buena persona no se puede ser buen profesional.El profesional íntegro es responsable consigo mismo y con los demás. Es co-responsable.Sabe que no todo es justificable; que no todo vale; que el fin no justifica los medios. Y lo aplica a rajatabla. Porque es consciente de que si no vive como piensa acabara pensando como vive.Tiene sensibilidad para comprender a quien no piensa igual y aun así buscar puntos de encuentro para conseguir objetivos comunes. Muestra un talante firme para defender el proyecto propio y a la vez dialogante para conocer, contrastar y analizar el de los demás.No aplica un doble rasero con los que le “caen bien” y los que no. Entiende que no es ético atribuirse el mérito de otro, engañar, eludir responsabilidades o escaquearse.Actuar éticamente no siempre es fácil. Pero tampoco es imposible.Para el creyente cito a San Agustín: "Dios no manda cosas imposibles. Al mandar lo que manda, nos invita a hacer lo que podamos; a pedir lo que no podamos; y nos ayuda para que podamos".Al no creyente le sugiero que la búsqueda de la felicidad, que tiene mucho que ver con la realización personal y profesional, nos debe impulsar a ser buenos profesionales y profesionales buenos.Fuente: blogs.periodistadigital.com

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